Diario de Entresemana
Ve cientos de personas todos los días pero pronto las olvida. Las ve por la calle o en los mercados pero ver y olvidar es un acto simultáneo. No es olvidar es no recordar. A través. La gente se hace ver por ella. Camina rápida y pensativa y ni siquiera se fija en sus caras. Por los lados. Ve cientos de personas todos los días pero a veces sólo son una masa borrosa. De cualquier forma no los recuerda. En la estación del metro en el andén lee los anuncios en las paredes cóncavas. El entra en el andén mojado por la lluvia el pelo le gotea en la cara en la mano un maletín. Ella no lo ve entrar porque está leyendo los anuncios. El maletín es de piel negra. En el túnel en el andén. Cientos de personas. Olvidadas todos los días. Cóncavos. En la mano lleva un maletín negro traje azul marino rayas blancas muy finas. Pero no lo ve llegar con el pelo mojado por la lluvia porque está leyendo los anuncios. Están pegados en las paredes cóncavas del andén. El anda con movimiento estudiado el traje le viene demasiado grande. Ella piensa en los cientos de personas que ve todos los días. Espesura. A veces sólo son traseros. Traseros que se mueven con el paso. También espaldas. El tren lleva retraso siempre lo coge en punto. La vista cansada de ver a tanta gente. El anda con movimiento estudiado. Anda hacia ella y le pregunta en qué estación debe bajarse para ir a cierto lugar. Tiene cara de niño pero los rasgos de la cara son fuertes. El pelo mojado le gotea en la cara el traje demasiado grande. Ella responde con un monosílabo y sigue leyendo el anuncio. Lleva un abrigo de leopardo artificial horrible pero a ella le gusta. Además. El cuello del abrigo le hace cosquillas en la nuca. Es como un collar de algodón. Su nariz le otorga dignidad. Es una nariz larga y grande. El tren lleva retraso siempre lo coge en punto. El anda con movimiento estudiado. Anda hacia ella y le pregunta en qué estación debe bajarse para ir a cierto lugar . Ella no lo ve acercarse porque está leyendo los anuncios. Cóncavos. Cuando llega el tren se sube y sigue leyendo los anuncios. El se sienta enfrente de ella y saca un periódico del maletín.
Cientos de personas todos los días olvidadas. En el metro en las calles en los mercados. La entrada de la estación del metro está pintada de verde. Todos los días. Baja las escaleras de cemento recorre un largo pasillo se deja bajar por las escaleras eléctricas recorre otro largo pasillo y llega al andén. En la estación del metro en el andén lee los anuncios en las paredes cóncavas. También los lee cuando va por la calle. Pero no tanto. Cuando se sienta en el banco del andén sólo ve zapatos. Zapatos de caballero y zapatos de mujer de diversos estilos también de diversos colores. El entra en el andén con un maletín de piel negra pero ella no lo ve porque está leyendo los anuncios. El entra en en andén mojado por la lluvia el pelo le gotea en la cara. Ella es fea tiene los dientes desiguales y la nariz demasiado larga pero el cuello del abrigo le hace cosquillas en la nuca. Es un abrigo de piel de leopardo artificial. Horrible. Es una caricia. Le hace cosquillas en la nuca. El caos en una dentadura desigual. El acaba de entrar pero ella no lo ha visto porque está leyendo los anuncios en las paredes cóncavas. El anda con paso estudiado. Anda hacia ella y le pregunta por favor en qué estación debe bajarse. Para ir a cierto lugar. Ella piensa en los cientos de rostros que ve todos los días. Una masa borrosa. O traseros y espaldas . Ahora ve unos labios cortados por el frío. Carnosos. Ella le responde con un monosílabo y él le dice gracias. Ella sigue leyendo los anuncios que cubren el andén. El tren lleva retraso siempre lo coge en punto. El traje le viene demasiado grande. Azul marino a rayas blancas muy finas. Ella no lo ve acercarse porque está leyendo los anuncios. Entonces él le pregunta algo sobre que estación sería mejor para ir a cierto sitio y luego le dice gracias. Se oye un ruido que es el ruido de la velocidad. Ella se acerca al borde del andén. Las vías están llenas de mierda y de ratas. Todos los días. Espesura. Cuando llega el tren se sube y lee los anuncios que están a ambos lados del mapa del metro. Son los mismos anuncios de las paredes cóncavas del andén. El también se sube al tren. Saca un periódico del maletín y lo empieza a leer.
Ella lleva un abrigo de leopardo artificial horrible pero a ella le gusta porque el cuello del abrigo le hace cosquillas en la nuca. Anda por las calles pensativa. Es como un collar de algodón. Piensa en los cientos de personas que ve todos los días. Como una caricia. También en los traseros en las espaldas que también olvida. Atraviesa una galería de columnas y llega a la estación del metro. Baja las escaleras recorre un largo pasillo baja las escaleras recorre otro largo pasillo y llega al andén. Cientos de personas. Olvidadas todos los días. Espesura. A través. Por los lados. En la estación del metro en el andén lee los anuncios en las paredes cóncavas. El cuello del abrigo le hace cosquillas en la nuca pero nadie lo sabe. Es un abrigo horrible. De leopardo artificial. El entra en el andén mojado por la lluvia el pelo le gotea en la cara. Anda con movimiento estudiado en la mano un maletín. Ella no lo ve entrar porque está leyendo los anuncios. Pegados en las paredes cóncavas del túnel. El túnel está iluminado en el trozo que es el andén. Ve cientos de personas todos los días pero pronto las olvida. Por la calle o en el metro pero no es olvidar es no recordar. La gente se hace ver por ella. A veces tropieza con alguien y se disculpa. Pero casi nunca ocurre. Cuando se disculpa lo hace en voz muy baja. Siente verguenza por su torpeza. El entra en el andén: azul marino rayas blancas muy finas. Ella no lo ve llegar porque está leyendo los anuncios. En las paredes cóncavas. El tren lleva retraso siempre lo coge en punto. El se acerca y le pregunta en qué estación debe bajarse para ir a. Con un maletín en la mano. El traje demasiado grande. Ella responde con un monosílabo sin apenas mirarle. Los labios carnosos. Un poco cortados por el frío. Los labios de ella son muy finos. Como dos líneas que se encuentran. El se acerca y le pregunta algo por favor. Su voz fría y estudiada. El collar de algodón es una alabanza. Es fea una fealdad digna de cualquier forma el cuello del abrigo le hace cosquillas.
A veces tropieza con alguien por la calle pero casi nunca ocurre. Cuando ocurre se disculpa. Avergonzada por su torpeza. Cientos de personas todos los días. No le gusta molestarlas. Trata de no tropezarse con nadie. Las ve por la calle o en los mercados. También en el metro. Pero ver y olvidar es un acto simultáneo. No es olvidar es no recordar. A veces la gente sólo es una mancha borrosa. Espesura. Ella anda un poco encorvada. Cuando está cansada sólo ve zapatos que se aproximan y le pasan. También ve talones. Delante. Ahora camina rápida y pensativa y ni siquiera se fija en los zapatos. Lleva un abrigo de piel de leopardo artificial. El cuello del abrigo le hace cosquillas en la nuca pero nadie lo sabe. Es un abrigo horrible. Pero no es de piel auténtica. Cuando llega a la estación del metro baja las escaleras recorre un largo pasillo se deja bajar por las escaleras automáticas recorre otro largo pasillo que desemboca en el andén. El andén está cubierto de anuncios comerciales. Están pegados en las paredes cóncavas del andén. El entra mojado por la lluvia pero ella no lo ve porque está leyendo los anuncios. Saturación. Un maletín negro en la mano. Personas olvidadas. El se acerca y le pregunta en qué estación debe bajar para ir a cierto lugar. A ella no le sale la voz. Responde con un monosílabo. El se lo agradece. Los labios de él tienen algo de agresivo. Ella sigue leyendo los anuncios que están pegados en las paredes cóncavas que son los mismos en el interior del tren que son los mismos en los pasillos del metro. Ella es fea. Moderadamente. Pero el cuello del abrigo es un estremecimiento del cuello. Normalmente nunca se retrasa. La textura de los labios cortados por el frío. Se oye un ruido que es el ruido de la velocidad. El se le acerca le pregunta algo y luego le dice gracias. Cuando llega el tren ella empieza a leer los anuncios que hay en el tren. El se sienta enfrente de ella y saca un periódico del maletín. Lo empieza a leer. El traje le viene demasiado grande.
Es una caricia de leopardo artificial. Ahora atraviesa una galería de columnas. Ve cientos de personas pero las olvida de inmediato. Desaparecen con el paso. Todos los días. Baja las escaleras del metro. Cientos de personas. Espesura. Bajan las escaleras todos los días. En la estación del metro en el tren lee los anuncios. Recorre una largo pasillo baja las escaleras recorre otro largo pasillo llega al andén. No es guapa. A veces se tropieza con alguien pero casi nunca ocurre. Cuando ocurre se disculpa. Avergonzada. Sigue caminando. El entra en el andén con un maletín. De piel negra. Anda con paso estudiado hacia ella le pregunta algo por favor. Ella no lo ve acercarse está leyendo los anuncios en las paredes cóncavas del andén. El cuello del abrigo. A veces sólo ve una masa borrosa. Entre anuncios. Le hace cosquillas. Traje azul marino rayas blancas muy finas. Ella responde con un monosílabo sin apenas mirarle. Artificial horrible pero a ella le gusta porque le hace cosquillas en la nuca. De leopardo. El tren lleva retraso siempre lo coge en punto. El le dice gracias se aleja. En la nuca. Ella se acerca al borde del andén las vías llenas de mierda y ratas. Le responde con un monosílabo él le dice gracias. Cosquillas. Todos los días. Se oye un ruido que es el ruido del tren cuando llega. Se sube sigue leyendo los anuncios. Son los mismos anuncios del andén de los pasillos del metro. Saturación. Le acaricia pero nadie lo sabe. El también sube al tren se sienta frente a ella. Los labios cortados por el frío. Ella sigue leyendo los anuncios. El entra en el andén mojado por la lluvia. El pelo le gotea en la cara. Ella no lo ve pero el cuello del abrigo le hace cosquillas. Por los lados. A través. Ve cientos de personas todos los días. Espesura. El se sienta enfrente de ella saca un periódico del maletín. Ella sigue leyendo los anuncios. El saca un periódico del maletín y lo empieza a leer. El cuello del abrigo de leopardo artificial es una caricia. Como un collar de algodón.
Performance by Derek Ogbourne
Susana Medina Pictured in her installation in Space International, Valencia, Spain
1000 copies of Midweek Diary beautifully illustrated with photographs were distributed in London Underground during a five day performance, Space International, September 93
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